Pozo Polio en Mieres.
Un día del pasado otoño, soplaba el viento Sur, la temperatura era muy agradable, y por tanto, propio para realizar un safari minero.
El paisaje, como siempre ocurre en Asturias, hermoso y pintoresco. El incipiente color rojizo de las hojas de los castañales del monte contrastaba con el color verde de los prados, que se ponía más en evidencia con la aparición de alguna rayadina de sol.
Iba sólo, por lo que decidí no ir muy lejos. El Pozo Polio sería mi objetivo.
Por la zona conozco a varios entrañables amigos que habían sido mineros y siempre están con buen ánimo y tiempo suficiente de contar, con toda clase de detalles, sus mil y una historias mineras.
Antes de llegar a mi objetivo, estuve con un antiguo vigilante de este pozo. Me puso al corriente de cómo se gestó allí la primera huelga minera y me puso de manifiesto su protagonismo personal en la misma.
Sigue...
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