Tradicionalmente en Asturias, la festividad que hoy marca el calendario tuvo una importancia singular en las Cuencas Mineras.
Nací en una de ellas y, por tanto, a mi recuerdo afloran hechos y acontecimientos vividos en mi niñez, en plena eclosión minera de los años cincuenta del pasado siglo.
En esta época de explendor, los ferrocarriles mineros atravesaban la villa de Teodoro Cuesta en todas las direcciones, impregnando en el ambiente humo que las chimeneas de sus locomotoras expulsaban.
Los más jóvenes esperábamos con ánsia la llegada de esta fecha, porque se paralizaba la actividad escolar en el municipio y era un día de vacaciones.
Por la mañana, salvas de explosiones de barrenos despertaban a toda la ciudad. Las actividades religiosas, lúdicas, deportivas, culturales...., eran numerosas. En la actualidad alguna de ellas se sigue conservando, pues todavía son muchos los habitantes que llevan en el corazón la minería y a su patrona. Mineros profesionales muy pocos.
Finalizo recordando a los mineros que hoy ya no están con nosotros en el día de Santa Bárbara.
La pintura de la Santa, con lámpara de mina en la mano, es obra de José Manuel Félix Magadalena renombrado dibujante, pintor y escultor mierense.
La pintura de la Santa, con lámpara de mina en la mano, es obra de José Manuel Félix Magadalena renombrado dibujante, pintor y escultor mierense.
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