A mi mente afloran los recuerdos de mis dos últimas participaciones en esta muestra, la excelente acogida, los entrañables amigos, algunos desgraciadamente ya desaparecidos, la cantidad de lámparas de mina que había a la venta de todo tipo, las sorpresas encontradas con ejemplares fabricados en Asturias... Juntas todas estas emociones, me entran ganas de salir corriendo y emprender un camino a Santiago con este destino. No podrá ser.
Sólo me queda desearles a los organizadores el mayor de los éxitos, lo obtendrán por la delicadeza y amabilidad que tenían hacia los que llegábamos de lejos. Desde aquí decirles que sigo conservando un grato recuerdo y ganas de volver.
Para los que se animen a ir, aquí tienen el cartel anunciador con los contactos necesarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario