El consumo de minerales en uno de los hornos ascendía a 50.000 quintales anuales, el de carbón vegetal a 20.000, y 6.000 quintales de castina o fundente. En el otro horno y cubilotes, que funcionaba con carbón mineral, se empleaban 60.000 quintales de combustible, 6.000 de castina, y otros productos, pudiendo producir 60.000 quintales de hierro.
Las arcillas refractarias servían para hacer ladrillo refractario “de resistencia tan superior al fuego, que alguna vez se observó que aventajaban a los mismos de Stourbrige” 2.
Sigue…
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