Las hipótesis de trabajo que se planteaba en la obra, basado en los estudios que sobre la forja española realizadas, por mi amigo ya fallecido, Luis Elvira (q.e.p.d.), parece que se van confirmando y que su origen es, como en mi obra se señala: Asia.
Otra cuestión es que no parece lógico que los que van apareciendo por toda Europa desde que salieron publicadas las imágenes de dos de ellos en mi obra Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo, llegados de esa procedencia vengan sin apenas uso, intactos y sean de varias clases. Me han mostrado diferentes modelos. Hoy pongo imágenes de otro, diferente al de ayer.
Si fuesen piezas del XVII no podían: ni aparecer tantos, ni estar en estas condiciones. Basta pensar en objetos de uso diario de ese siglo que han llegado a nuestra época y que se pueden admirar en museos… Las diferencias se aprecian a primera vista.
Su precio es el que el comprador esté dispuesto a dar, pero desde este blog he de comentar que, desde mi punto de vista, se trata de candiles rústicos, artesanales, fabricados con procedimientos técnicos de hace muchos años -sólo remaches y sin soldaduras-, pero elaborados no hace demasiados con técnicas artesanales del medievo.
Cada vez me están llegando mayor número de imágenes de piezas de este estilo. ¿Qué significa? Yo lo tengo claro, pero cada uno que saque sus conclusiones.
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