La visita a la ciudad de Valencia tiene siempre alicientes especiales por la singular belleza de algunos de sus edificios. En esta ocasión mi objetivo era visitar el Museo Nacional de la Cerámica González Martí, donde tenía noticias de la existencia de estas piezas, que no conocía.
La verdad es que, sólo la visita al edifico, que es un palacio, merece la pena; y lo que se expone es también muy interesante. Añado imágenes para que se pueda contrastar mi afirmación.
Encontré y pude ver en dos vitrinas las piezas, objetivo de mi viaje, modelos de los que me he ocupado en mis obras Luces en las minas de Asturias (2005) y Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo (2009).
No pude pasar la ocasión antes de marchar, hay buenos aparcamientos para el coche, para pasear entre la monumental obra de Calatrava en el antiguo cauce del río Turia donde sobresale por su originalidad, belleza y grandeza que luce en todo su esplendor. Realmente impresionante. Una tarde completa.
La verdad es que, sólo la visita al edifico, que es un palacio, merece la pena; y lo que se expone es también muy interesante. Añado imágenes para que se pueda contrastar mi afirmación.
Encontré y pude ver en dos vitrinas las piezas, objetivo de mi viaje, modelos de los que me he ocupado en mis obras Luces en las minas de Asturias (2005) y Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo (2009).
No pude pasar la ocasión antes de marchar, hay buenos aparcamientos para el coche, para pasear entre la monumental obra de Calatrava en el antiguo cauce del río Turia donde sobresale por su originalidad, belleza y grandeza que luce en todo su esplendor. Realmente impresionante. Una tarde completa.
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