El pasado domingo se celebró en el incomparable marco que es el Museo minero de Böchum la segunda feria de lámparas de mina.
Mi amigo Karl Heupel ha realizado las fotografías que mostraré también los próximos días sobre el evento.
Las imágenes muestran con evidencia el subtítulo que he adjudicado al comentario. Es cierto. Los alemanes, muchos, adoran las lámparas de mina. También ponen en evidencia que la crisis, aparentemente no existe en el país liderado por Ángela M.
No me he podido resistir a reproducir la penúltima foto donde aparece mi amigo Werner Hornig, ingeniero al que en varias ocasiones he hecho mención en este blog, por ser el motor (director) que ha sacado adelante la revista Grubenlampen Info, con literatura de vanguardia sobre las lámparas de seguridad, durante más de una década.
Por último, con alegría y cierto orgullo, he visto en un stand dos de mis publicaciones. Enseguida me vino a la mente ante esta fotografía, por no poder haber asistido a la feria, muy a mi pesar, como hice el pasado año: las palabras se pierden y los escritos prevalecen.
Sigue...
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