En la actualidad hemos de tener precaución a la hora de ubicar el lugar donde se utilizó cualquier tipo de luminaria, ya que hoy día es relativamente fácil ver, comprar y traer cualquier lámpara por lejos que esté.
He vivido casos en que la persona que me ofrecía alguna, tal vez con el fin de darle un valor añadido, utilizaba la proximidad geográfica como recurso para conseguir aumentar su precio, especialmente lo he visto en reiteradas ocasiones con las réplicas fabricadas en Asia, ya sabéis las que brillan mucho, como piezas utilizadas en las minas asturianas.
Del titular de la imagen de hoy, qué os voy a decir. El dueño lo conserva porque era el candil de su abuela de Ablaña, Mieres (Asturias). ¿Cómo le vamos a contradecir? Aparentemente es auténtico.
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