Hace bastantes años, mi amigo alemán Georg Foerster, autor de varios libros y especialista en temas hispanoamericanos, me hizo comprender que:
Es más importante saber que tener.
La verdad es que lo escuché, asumí la frase, buena prueba es que no se me olvidó aún, pero a la hora de aplicarla a lo de las lámparas de mina, no lo puse en práctica casi nunca…
Con el paso del tiempo, sobre todo a raíz de la publicación de mi libro Luces en las minas de Asturias, me he ido dando cuenta de la importancia cada vez mayor del significado de esa frase e intento ponerla en práctica.
A pesar de ello, los domingos cuando acudes a los mercadillos dominicales, las tentaciones son a veces tan serias, que fracasas con el contenido de la señalada frase.
Cuando escuchas con perplejidad que no hay lámparas,…
El domingo acudí a uno de estos mercados dominicales, Estaba fuera de Asturias. Lo primero que vino a mis manos fue un carburo de bicicleta, que nada tiene que ver con las lámparas de mina, pero no pude resistir la tentación y… Una.
El mercadillo acabó sin más sorpresas, pero a pocos kilómetros hay otro mercadillo y… estaba muy buena mañana, climatológicamente hablando, y... había que ir a verlo.
Encima de una mesa de un comerciante un carburo con reflector marca Fisma sin apenas uso. En Asturias suelen aparecer casi todos sin reflector y en peor estado. La tentación…Dos.
A su lado había un carburo incompleto entero de latón. Su diseño y la incógnita de estudiar su procedencia son motivos que me ayudan a abonar los pocos euros con los que me volvieron a tentar… Tres.
Del carburo de bicicleta ya he hablado. Será compañero de otros parecidos, que parece ser…, buscaban compañía. Del carburo Fisma (1940), como era previsible, ya existía otro ejemplar con reflector en mi colección y el incompleto, aunque tengo la impresión de estar fabricado en un país de Europa del Este, seguirá de momento siendo una incógnita, por falta material de tiempo, para profundizar en su estudio, catalogación y restauración.
¡Auxilio Georg! ¡Recuérdame más a menudo la frase!
Es más importante saber que tener.
La verdad es que lo escuché, asumí la frase, buena prueba es que no se me olvidó aún, pero a la hora de aplicarla a lo de las lámparas de mina, no lo puse en práctica casi nunca…
Con el paso del tiempo, sobre todo a raíz de la publicación de mi libro Luces en las minas de Asturias, me he ido dando cuenta de la importancia cada vez mayor del significado de esa frase e intento ponerla en práctica.
A pesar de ello, los domingos cuando acudes a los mercadillos dominicales, las tentaciones son a veces tan serias, que fracasas con el contenido de la señalada frase.
Cuando escuchas con perplejidad que no hay lámparas,…
El domingo acudí a uno de estos mercados dominicales, Estaba fuera de Asturias. Lo primero que vino a mis manos fue un carburo de bicicleta, que nada tiene que ver con las lámparas de mina, pero no pude resistir la tentación y… Una.
El mercadillo acabó sin más sorpresas, pero a pocos kilómetros hay otro mercadillo y… estaba muy buena mañana, climatológicamente hablando, y... había que ir a verlo.
Encima de una mesa de un comerciante un carburo con reflector marca Fisma sin apenas uso. En Asturias suelen aparecer casi todos sin reflector y en peor estado. La tentación…Dos.
A su lado había un carburo incompleto entero de latón. Su diseño y la incógnita de estudiar su procedencia son motivos que me ayudan a abonar los pocos euros con los que me volvieron a tentar… Tres.
Del carburo de bicicleta ya he hablado. Será compañero de otros parecidos, que parece ser…, buscaban compañía. Del carburo Fisma (1940), como era previsible, ya existía otro ejemplar con reflector en mi colección y el incompleto, aunque tengo la impresión de estar fabricado en un país de Europa del Este, seguirá de momento siendo una incógnita, por falta material de tiempo, para profundizar en su estudio, catalogación y restauración.
¡Auxilio Georg! ¡Recuérdame más a menudo la frase!
No hay comentarios:
Publicar un comentario