Cepa de una lámpara de aceite. Imagen tomada de mi libro Luces en las minas de Asturias.
-
Un anticuario me ofreció cuatro trozos de lámparas de mina, que resultaron ser cuatro cepas, para las que no encontraba jaulas que enroscasen. En esas condiciones no me resultó difícil llegar a un acuerdo para comprarlas a un precio razonable.
Al limpiarlas, comprobé que a pesar de tener el mismo paso de rosca y ser aparentemente iguales, eran piezas interesantes para el estudio e investigación.
Procedían del mismo lugar. El anticuario sólo me pudo confirmar que habían venido de la Cuenca asturiana. No me pudo concretar ninguna de ellas.
De las cuatro, dos de ellas llevaban la letra J, lo que me inclina a pensar que puede significar que proceden de Jarrio o de La Justa, aunque esa letra mayúscula, podría significar otra cosa. Llevan también el número en una chapa cicular de latón. Ambas llevaban la mecha redonda y el precinto era de un agujero.
Sigue…
Al limpiarlas, comprobé que a pesar de tener el mismo paso de rosca y ser aparentemente iguales, eran piezas interesantes para el estudio e investigación.
Procedían del mismo lugar. El anticuario sólo me pudo confirmar que habían venido de la Cuenca asturiana. No me pudo concretar ninguna de ellas.
De las cuatro, dos de ellas llevaban la letra J, lo que me inclina a pensar que puede significar que proceden de Jarrio o de La Justa, aunque esa letra mayúscula, podría significar otra cosa. Llevan también el número en una chapa cicular de latón. Ambas llevaban la mecha redonda y el precinto era de un agujero.
Sigue…
No hay comentarios:
Publicar un comentario