Asturcones en el Sueve.El pasado domingo me hicieron madrugar, pues debía acompañar a un familiar a un concurso de perros de caza que consistía en localizar a un ave (arcea o sorda), muy lista, en una reserva de caza en el Sueve, montaña próxima a Colunga.
Después de ascender en un vehículo apropiado casi a la cima, lo primero que me llamó la atención fue la belleza del paisaje, inhóspito y pintoresco, fuese cual fuese el ángulo que contemplase.
Les acompañé hasta que vi maniobrar a los primeros cazadores concursantes, sin escopeta en esta ocasión, con su perro, protagonista del concurso. Otra maravilla fue ver la actividad del perro en busca del rastro de la arcea. La primera tardó en aparecer, pero sí en cambio, lo hicieron enseguida un grupo de gamos a los que un desenfrenado perro persiguió durante un gran trayecto a lo largo de la montaña.
Como había veinte perros que debían actuar y no era mi misión seguir a concursantes y jueces, descendí un poco de nivel y me volví a encontrar con otra maravilla del lugar.
Un macho asturcón, se dejaba ver fuera del matorral, dando la sensación de que vigilaba mis movimientos. Desde lejos no le presté mucha atención. Luego consideré que podía ser motivo para el objetivo de mi cámara y me acerqué más.
Sigue…
Después de ascender en un vehículo apropiado casi a la cima, lo primero que me llamó la atención fue la belleza del paisaje, inhóspito y pintoresco, fuese cual fuese el ángulo que contemplase.
Les acompañé hasta que vi maniobrar a los primeros cazadores concursantes, sin escopeta en esta ocasión, con su perro, protagonista del concurso. Otra maravilla fue ver la actividad del perro en busca del rastro de la arcea. La primera tardó en aparecer, pero sí en cambio, lo hicieron enseguida un grupo de gamos a los que un desenfrenado perro persiguió durante un gran trayecto a lo largo de la montaña.
Como había veinte perros que debían actuar y no era mi misión seguir a concursantes y jueces, descendí un poco de nivel y me volví a encontrar con otra maravilla del lugar.
Un macho asturcón, se dejaba ver fuera del matorral, dando la sensación de que vigilaba mis movimientos. Desde lejos no le presté mucha atención. Luego consideré que podía ser motivo para el objetivo de mi cámara y me acerqué más.
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