La costa asturiana en la desembocadura del Navia.Aprovechando que tenía que entregar 50 libros de Aviles: Carbón y Veleros en Avilés, madrugué un poco más de lo habitual, y a las 9 y poco de la mañana, ya había terminado en la villa del Adelantado.
Con un día primaveral estupendo, desde Avilés, a pesar de que me pararon en un puente que están ensanchando en la autovía, ya tienes medio camino andado y llegas enseguida.
Aún recuerdo, hace ya bastantes años, la serpenteante corretera de la costa, cuando empecé a ir por la zona algunos sábados. Ya era toda una aventura, sólo el viaje.
Había quedado con mi amigo José Antonio para ir a comer con él en Navia. Natural de la zona, conoce todos los rincones donde la gastronomía es especial, abundante y a muy buen precio.
No había acabado de atender a su ganadería cuando llegué, por lo que marché hasta la desembocadura del Navia, pues un primer objetivo para la mañana, cuando el sol aún no está muy elevado, era tomar unas fotografías para mi nuevo trabajo: Luces en la Cuenca del Navia, que aún está en sus fases iniciales, ya que debido a la crisis o yoquesé, se ha ralentizado la firma del contrato para empezar a trabajar con continuidad en el proyecto que he presentado a mi editorial.
Sigue...
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