Entre que ayer marché de safari minero hasta Galicia, al que mañana me referiré, que mis dos ordenadores continúan de vacaciones, que el Telecentro cerraba a la media hora de llegar...
Mientras me inspiraba, es decir, leía lo del día anterior para poder proseguir, no estaba enlatado como otras veces ocurre en estos casos, todo salió a medias y la foto de ayer está aún sin poner...
Ahora intento descargar la cámara mientras redacto estas líneas, mientras tanto me referiré a la recuperación de esta lámpara por la que estuve haciendo algunas cosas el sábado y el domingo.
Lo primero, quitar el aro intermedio de la jaula. Estaba podrido y un simple alicate bastó para retirarlo, aunque a la hora de separar la parte de latón, una de la varillas se partió por la rosca cuando intenté desenroscarlas para proceder con su limpieza a fondo. La tarea se ampliaba.
No es difícil reponer una varilla cuando está desmontada la lámpara, si se tienen las herramientas necesarias para hacer la rosca. La cepa fue más sencilla aún de retirar, porque se hacía arena. Entre mis repuestos había las piezas que necesitaba reponer ya que por ser una lámpara de aceite las piezas necesarias son pocas: cepa y aro intermedio de la jaula. Tampoco fue difícil añadir un gancho.
El resultado está ahí. Como testimonio dejamos la foto de su estado inicial; y para que se conserve, dejaremos la lámpara restaurada con piezas originales en este caso.
Siempre te quedas con la duda, si habrás hecho bien o mal las cosas. Yo no estoy en disposición de ser juez y parte, sólamente me conformo con haberlo pasado bien desde que la localicé hasta que la preparé, habiendo quedado satisfecho con los resultados.
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