Con mucho gusto, acepté la invitación de José Luís del pasado sábado, para acompañarlo a visitar la exposición de camelias.
Antes, tuve tiempo de ir a contemplar su interesante colección de lámparas de mina, a las que dedicaré otro día la atención que merecen en este blog.
Gracias a su gestión, pude entrar a la exposición antes que la inauguraran las autoridades municipales; lo harían minutos más tarde y me presentó a los actuales organizadores, a los que felicito desde este blog.
La primera impresión resultó muy atractiva y agradable a la vista, ya que los vistosos colores de las camelias dispuestas de forma armoniosa en diversos tableros, formaban atractivos pasillos.
Los numerosísimos grupos florales serían dignos de presidir cualquier lugar donde se quisiera dar una impresión favorable.
He de señalar por último, la bella imagen que se puede contemplar hoy en este blog, donde una lámpara de seguridad, colocada en lugar preferente, destacaba con luz propia; tanto, que he reservado otra instantanea para colocar en lugar preferente del libro por el que trabajo en estos momentos: Luces en las minas de Asturias: Lámparas de seguridad.
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