La arqueóloga me asignó a un profesor de la Universidad de Alicante para atenderme, pues ella estaba en aquel momento ocupada en sus trabajos y las fotos de las lucernas que yo buscaba para el libro Luces en las minas de Asturias, estaban bajo llave.
En las vitrinas del museo las había de todos tipos y épocas. Me llamó la atención que no había ninguna completa que no hubiese estado restaurada, y le habían añadido previamente las partes que faltaban.
Dos preguntas fueron obligadas. La primera sobre la cronología. Doscientos años eran, en la mayoría de los casos, el margen que había para ponerles fecha.
La siguiente pregunta fue esta reflexión, ya que no obtuvo respuesta. Si aquí hay cientos de lucernas y aparecen todas fragmentadas, las que aparecieron en Asturias también lo están, ¿cómo es posible que las que lucernas que intentan vender y venden en la actualidad están siempre completas? ¿No es algo raro?
En las vitrinas del museo las había de todos tipos y épocas. Me llamó la atención que no había ninguna completa que no hubiese estado restaurada, y le habían añadido previamente las partes que faltaban.
Dos preguntas fueron obligadas. La primera sobre la cronología. Doscientos años eran, en la mayoría de los casos, el margen que había para ponerles fecha.
La siguiente pregunta fue esta reflexión, ya que no obtuvo respuesta. Si aquí hay cientos de lucernas y aparecen todas fragmentadas, las que aparecieron en Asturias también lo están, ¿cómo es posible que las que lucernas que intentan vender y venden en la actualidad están siempre completas? ¿No es algo raro?
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