Llevo varios años analizando y estudiando las lámparas de mina asturianas y veo con perplejidad y asombro, lo que algunas personas pagan en los mercadillos por reproducciones artesanales de lámparas de seguridad de mina.
Es indudable el trabajo que se requiere para su fabricación, pero sólo como trabajo artesanal ha de tenerse en cuenta, ser reconocido y pagado.
Construidas con materiales reciclables, tales como roscas de los contadores de agua, cilindros metálicos…, tienen simplemente un valor meramente ornamental. Hasta ahí llego y comprendo.
Lo que no entiendo es que entren en competencia con las lámparas originales, que en numerosas ocasiones están a precio inferior, por el mero hecho de que las artesanales brillan mucho por el color del latón empleado en todas sus partes.
Sigue…
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