Como decoración, no éstas de la imagen de hoy sinó las réplicas, deben de estar en el lugar que el dueño las coloque; no obstante, hemos de tener en cuenta, de que aquellos que busquen algo más que la mera decoración han de ser conscientes de que deben de estar en lugar secundario siempre, frente a una lámpara de las que han sido utilizadas en nuestras minas.
De estas lámparas, sí podemos sacar alguna utilidad, por ejemplo darnos cuenta de la atractiva tonalidad que tienen todas ellas, para en el caso que tengamos que restaurar alguna lámpara de nuestras minas, lo tengamos en cuenta y huyamos de las pinturas plásticas de cualquier color, incluido el negro, que cantan demasiado, o de los barnices, que no las favorecen en exceso.
Si bien cada uno, como no puede ser de otra forma, es libre de hacer con sus lámparas lo que crea conveniente a su juicio, no me resisto a dejar pasar la ocasión de este comentario, simplemente para opinar sobre el tema de su colocación en una colección de lámparas.
Empiezo señalando que en el museo minero de Böchum, en Alemania, donde existen centenares de lámparas en sus vitrinas, existe en lugar separado de las auténticas, una vitrina donde aparecen este tipo de lámparas que son copias y seguro que alguno de los visitantes buscará con ahínco esta vitrina por tener ejemplares similares en su casa.
Sigue…
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