Escribía hace unos días sobre los que incluyen las réplicas de lámparas de mina como ilustraciones en libros o folletos:
Desgraciadamente, con riesgo a equivocarme, pienso que es más por ignorancia y no haber tenido nunca en la mano alguno de esos modelos auténticos, porque si los hubiesen tenido o simplemente los hubiesen visto no lo harían ni en broma y se lo pensarían dos veces antes de imprimir una foto de una réplica. Es que, desde mi modesta opinión, las réplicas “cantan” demasiado en los libros o al lado de las lámparas auténticas…
En el museo minero de Böchum existe un candil de sapo que no está entre los que iluminaron las minas. Está en una vitrina especial. Debió de estar fabricado, por los materiales nobles en que está construido y los grabados que lleva, para alguien destacado. Siempre he tenido tentación de incluirlo en alguno de mis libros, pero si los escritos por los propios alemanes sobre minería no lo incluyen será porque su finalidad está claro, que no fue su uso en las minas.
De todas formas, tal es la singular belleza del ejemplar que no estaría mal, que la ciudad de Oviedo, hermanada con la de Böchum, pusiesen alguna vez en práctica este hermanamiento e hiciesen un intercambio temporal entre alguna pieza de sus museos y en Asturias pudiésemos contemplar este bello ejemplar.
Es una simple idea que dejo en el blog…
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