Cuando te pones delante de una colección de lámparas de un amigo que te invita a ir a estudiarlas, generalmente hay siempre algunas piezas especialmente raras, que hay en casi todas las colecciones, con las que empleas bastante tiempo.
Me gusta afrontar sobre todo el reto de alguna lámpara que haya estado iluminando las minas en Asturias y no se sepa mucho de ella. Las que vienen de fuera enseguida se detectan y lo más difícil es ir comentando a sus dueños, las que desde mi punto de vista, siempre con riesgo a equivocarme, me parecen réplicas. Algunas cantan mucho, pero otras… merecen estudio y aún así hay que dejar la cuestión en dudas.
Las lámparas foráneas fabricadas por las firmas importantes están todas catalogadas de alguna u otra manera. Saber el tipo de lámpara que es, no resulta excesivamente complicado. Saber el modelo de que se trata, requiere consulta con los libros y catálogos existentes. Ponerles fecha eso son palabras mayores, en la mayoría de las ocasiones.
Pero cuando estás delante de un montón de colecciones que los comerciantes europeos ponen a la venta, allí se rompen todos los esquemas, porque nada o casi nada tiene que ver con las lámparas asturianas…
Es momento de estudiar los piezones…
Sigue…
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