El sábado, la mañana estaba preciosa en
Tenía que ir a entregar unos libros a una librería y aproveche el camino de ida y de vuelta para hacer las necesarias desviaciones para ir de safari minero.
En un mercado de los sábados había una lámpara de seguridad artesanal, aunque las roscas que tiene son las fabricadas para las lámparas que actualmente vende la firma Adaro. También había una lámpara eléctrica Adaro donde habían sustituido la cepa de hierro por una de metal y cantaba demasiado.
Volví a ver las cuatro lámparas similares a la anterior, pero auténticas, como la que aparece en la primera imagen de hoy, así como una lámpara de seguridad preciosa y otra Tudor-España que tuve que dejar porque me pidieron un precio demasiado elevado.
No es difícil encontrar barrenas y martillos picadores como los que aparecen en una imagen de hoy.
Habrá que repetir el trayecto próximamente.
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