Desde hace casi un año tenía localizada una lámpara de seguridad, pero en aquella ocasión su excesivo precio, además de carecer de encendedor, vaso, red y redín, me hicieron desistir en su adquisición.
Ello no era óbice para que me olvidara de ella y siempre pasaba por mi mente el pensamiento de saber si cuando volviese por allí aún estaría, a pesar de su excesivo precio.
Afortunadamente mis malos presagios no se cumplieron y en esta ocasión me la dieron al mismo precio que había marcado el año anterior.
Los detalles que llaman la atención de esta lámpara, además de los remaches de la coraza, es que lleva el número de la lámpara en la coraza, en la jaula y en la cepa y estos datos que coincidan no son muy frecuentes que lleguen a nuestros días.
He de proceder a su limpieza, colocación del vaso, redes y encendedor y poner operativo el portamechas para que quede una pieza atractiva y rara por los motivos señalados anteriormente. Tendrá que esperar a después del verano…
Sigue…
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