El día había empezado bien, ya que la sorpresa fue muy grande al comprobar, como comenté ayer, que la placa original se conservaba en la lámpara.
Después comprobé que la medalla conmemorativa de HUNOSA, que entregaba a sus productores con motivo de los 25 años en la empresa, estaba perfecta y es una variante con respecto a otras de mi colección.
Todavía es posible que las sorpresas que este nuevo amigo me pueda aportar en el futuro sean de importancia, pues prometió buscarme fotografías de su padre, ya fallecido hace años, de las que hay por casa…y he de recordar que su padre había sido lampistero.
De paso aproveché, ya que las tardes son muy largas, para visitar a algunos de mis suministradores habituales, antes de que el verano nos distancie. ¿Seguirían las sorpresas?
Sigue…
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