Publicaba la revista minera HUNOSA nº 27 en octubre de 1972 bajo ese título, el siguiente comentario:
Hoy, los planes de estructuración de nuestra empresa están en marcha y se habla de máquinas, y se traen, y se van a suprimir en algunos lugares los martillos picadores, resulta altamente emotiva esta fotografía que tiene nada menos que sesenta años. Allá por el año 1911 este grupo numerosos de mineros se colocaba junto a la “chabola del planón” para fotografiarse.
Y está todo, la pica rudimentaria de tantas jornadas, la lámpara vieja amiga, el perro que caminara azuzando a las mulas por la galería, la boina terciada, el cayado, el chaleco y las alpargatas. Viejo recuerdo de hombres que al decir del novelista “crecieron con la raza fuerte en alpargatas bajo la dura tierra”:
Ahí está Antón de Pantaleo, de Boo, hoy ya fallecido, pero que trabajó cincuenta años y recibiera entonces al primera cartera de servicios. Que ha dejado detrás de sí a sus hijos, buenos mineros. Y con él Pedro y manolo, Juan y tantos y tantos. ¡Honor y homenajes que hoy recobra vida nueva en las páginas de la revista! Baste así, porque la foto vale más que todas las palabras.
Hoy, los planes de estructuración de nuestra empresa están en marcha y se habla de máquinas, y se traen, y se van a suprimir en algunos lugares los martillos picadores, resulta altamente emotiva esta fotografía que tiene nada menos que sesenta años. Allá por el año 1911 este grupo numerosos de mineros se colocaba junto a la “chabola del planón” para fotografiarse.
Y está todo, la pica rudimentaria de tantas jornadas, la lámpara vieja amiga, el perro que caminara azuzando a las mulas por la galería, la boina terciada, el cayado, el chaleco y las alpargatas. Viejo recuerdo de hombres que al decir del novelista “crecieron con la raza fuerte en alpargatas bajo la dura tierra”:
Ahí está Antón de Pantaleo, de Boo, hoy ya fallecido, pero que trabajó cincuenta años y recibiera entonces al primera cartera de servicios. Que ha dejado detrás de sí a sus hijos, buenos mineros. Y con él Pedro y manolo, Juan y tantos y tantos. ¡Honor y homenajes que hoy recobra vida nueva en las páginas de la revista! Baste así, porque la foto vale más que todas las palabras.
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