El pasado fin de semana, con motivo de celebrarse el XXIII Certamen de minerales, gemas y fósiles, acudí al incomparable marco de la Escuela de minas de Oviedo, donde se exponen numerosos minerales y se montó una vez más esta feria.
No soy un experto en fósiles, gemas y minerales. No llego más allá de detectar la belleza de las fluoritas moradas de Berbes, las amarillas de Solís en Corvera o los cubos de pirita de Navajún. De ahí que no entre en otros comentarios.
Los comerciantes, bastantes, se quejaban de las escasas ventas efectuadas. Yo presencié la compra-venta de un bello mineral, siendo las perlitas de calcopirita, que brillaban bajo la luz donde estaba colocada, las que más llamaban la atención desperdigadas por el resto del conjunto. Mi amigo Iñaki la trajo de Burgos. La compró otro amigo, ingeniero de minas.
Como últimamente ocurre, hay más material a la venta que dinero; de ahí que sea un momento especial para encontrar piezas bonitas a precios interesantes.
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