Desde el pasado día 13 llevo meditando el comentario para una noticia, con la que no estoy de acuerdo, tal vez por carecer de datos objetivos. Por tal motivo espero equivocarme poco.
Rezaba el titular del diario La Nueva España de Oviedo el mencionado día:
Industria impulsará el parque temático de la minería de Fabero, en León.
El Ministerio permite que la Fundación de la Energía participe en el proyecto museístico y en su gestión.
En primer lugar debía de buscar y encontrar una imagen que reflejase mi estado de ánimo. Al menos, en este punto, he quedado a gusto.
Dicho esto, no puedo menos que manifestar que, teniendo en cuenta que en Sabero existe, funciona, tienen un caparazón ideal para un museo y su nombre tiene por apellidos de la Siderurgia y la Minería; si añado que este segundo apellido, pese a tener todo lo necesario en las inmediaciones, está sin desarrollar... Si han construido otro caparazón en Ponferrada, nada menos que para un Museo Nacional de la Energía, pero donde únicamente se expone al público el interior de una central hidroeléctrica, muy poca cosa para tal nombre; es decir, está sin terminar también. Ahora yo no sé porqué, sospecho que al político de turno se le ocurre este fasto y, mi pregunta es la misma de siempre: ¿Tendrán algo realmente atractivo para mostrar? La dejo en el aire.
En mi ciudad ocurre muchas veces. Abren un negocio, va bien, a los tres meses hay cinco haciéndose la competencia. Al año están todos cerrados y sólo uno de ellos sobrevive emigrando a un gran Centro Comercial. ¿No ocurrirá lo mismo en este caso?
Aquí y en otros sitios necesariamente deberá ocurrir lo mismo. Al final, por sentido común, sólo quedará uno que lo supervisará todo y a lo sumo, como franquicia, dejará algún elemento aislado en cada lugar por ser imposible desplazarlo.
Sigue...
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