Las instalaciones mineras de Laviana, restauradas hace dos años con más de 600.000 euros, presentan un avanzado deterioro por la falta de uso y el vandalismo.
No preciso hoy añadir comentarios, basta con que leas el título y el artículo publicado también en el diario La Nueva España el mismo día que la referencia de ayer al legado de Maxi. (3-11-2012):
Coto Musel, ecomuseo del despilfarro
Pola de Laviana, L. M. D.
Hace ya dos años que se terminaron las obras de recuperación de las instalaciones de Coto Musel, en Laviana, para convertirse en ecomuseo minero de montaña, pero la instalación sigue sin abrirse. Los equipamientos, que costaron más de 600.000 euros, empiezan a deteriorarse por la ausencia de actividad en la zona, el paso del tiempo y algunos actos vandálicos que han contribuido al desgaste del edificio (la antigua casa de aseos de la explotación), las bocaminas y el mirador que fueron restaurados. La segunda parte del denominado ecomuseo de Coto Musel, además, es uno de esos proyectos que han pasado a mejor vida tras el recorte de los fondos mineros, que sólo se utilizarán para acabar infraestructuras ya en marcha.
El área recreativa construida con motivo de la recuperación de la casa de aseos y de las bocaminas tiene varios bancos arrancados y además ya faltan algunas de las papeleras. El mirador construido expresamente para ver Pola de Laviana a los pies de esta antigua mina de montaña también está notablemente deteriorado, con varias baldosas levantadas.
En la explanada situada junto al edificio de Coto Musel, donde debería estar una locomotora de transporte del carbón con dos vagones, sólo se encuentra la máquina en los raíles. Una de las vagonetas está volcada y la que completaba el conjunto ha sido desenganchada del tren y empujada «prau» abajo, a unos diez metros de la locomotora. Otras dos vagonetas, pertenecientes a otro conjunto, han sido arrastradas fuera de su lugar, hasta el borde de un matorral. Una gran piedra situada en el centro de le explanada tenía, cuando se acabaron las obras, una recreación metálica de un martillo hidráulico clavada. Esta pieza ha desaparecido.
A estos desperfectos de las zonas aledañas al que iba a ser el edificio principal de ecomuseo de Coto Musel hay que añadir los que sufre el propio inmueble. En la fachada principal, la que da a Pola de Laviana, la vegetación ya ha tomado varias ventanas y columnas. Dos grandes piezas metálicas de la fachada que se cayeron en el primer año de inactividad del centro se han guardado dentro del edificio. El interior, eso sí, también sufre el paso del tiempo y la falta de uso. Varios cristales rotos pueden verse desde fuera. Además, las filtraciones de agua también son visibles.
El ecomuseo de Coto Musel era el principal proyecto turístico del Ayuntamiento de Laviana y la primera fase de las obras tuvieron un coste de 636.743 euros y consistió en la mejora de los accesos a la vieja mina de montaña, la reconstrucción de la casa de aseos, la restauración de bocaminas y también de las viejas cuadras de la explotación. Asimismo se recuperaron algunos elementos, como vagonetas, raíles y locomotoras, que se colocaron en las zonas exteriores de la antigua mina restauradas. La falta de dinero lastró desde el principio este proyecto del ecomuseo de Coto Musel, del que comenzó a hablarse hace dos décadas. Primero fue la ausencia de financiación y después, el retraso de los fondos mineros. Cuando se pusieron en marcha las obras, las nevadas pospusieron su ejecución. Hace dos años se terminaron los trabajos de la primera fase, pero el centro sigue sin funcionar y no hay perspectivas, al menos a corto plazo, para que se abra. Mientras, tanto el edificio como sus zonas aledañas se van deteriorando progresivamente. De momento, es un ecomuseo del despilfarro.
http://www.lne.es/nalon/2012/11/03/coto-musel-ecomuseo-despilfarro/1321086.html
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