Cuando me empecé a interesar por este tipo de lámparas, la mayoría de los que encontraba por Asturias me parecían muy similares. Su nombre habitual era candil de sapu. Aquí no existían los candiles de sapo con el depósito en forma geométrica, eran casi todos en forma de lenteja. Tan pronto como estuvieron en mis manos varios ejemplares, noté la necesidad de tener un método para distinguirlos. Eran practicamente todos fabricados en hierro y algunos llevaban adornos en asas y gancho, otros no. También aprecié que losornos y el gallo eran de latón o cobre pero la mayoría también de hierro como el resto del conjunto.
Empecé a hacer dibujos y anoté sus diferencias. Al final, llegué a la conclusión de que estudiando la forma de tapa del depósito podría empezar a hacer una primera clasificación en cinco grandes grupos que, al final resultó ser suficiente para poder diferenciarlos. De todo ello doy cuenta en mi obra Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo. Posteriormente siguieron otros estudios, especialmente los dedicados a los fabricados en Asturias. Raros y bonitos.
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