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jueves, 23 de octubre de 2014

Ponencia: "Las Reales Fábricas de Sargadelos y la Real Compañía Asturiana de Minas" (4)

                                           Castillete de la mina de Arnao.
                                           Contraportada del libro Avilés: Carbón y Veleros. A través de la correspondencia de la Real Compañía Asturiana de Minas

      El 19 de abril de 1855, Emilio Schmidt puede enviar a Madrid, a Joaquín María Ferrer el primer lingote de zinc salido de un horno de ensayo en Arnao. Este lingote tiene un peso de 39 libras y ½, lleva la marca R. C. A. y las armas reales españolas, como lo llevarían los lingotes producidos desde entonces en Arnao. La  producción industrial se inicia en 15 de octubre de 1855.

Ese mismo año Jules Hauzeur encargó 30.000 quintales de 50 kilos de arcilla a Sargadelos.

Comienza muy mal el año 1856 en Arnao, ya que en una tormenta y un incendio acompañado de una tempestad de viento, destruye la mayor parte de los tejados de la fundición. Los hornos producían entre 160 a 180 kilos de zinc al día.

Jules Hauzeur buscaba abrir el mercado a nuevos clientes, para el zinc que producían los hornos y como era conocedor de las amplias relaciones comerciales que tenía establecidas Luís de la Riva y Compañía por toda España, le pidió colaboración. La obtuvo, pero con escaso éxito comercial:
El despacho de dicho metal en ésta, pues sería inútil porque aquí no tiene consumo, ni aplicación para ninguna cosa. (José Bautista Abad).
 No nos conviene entrar en este negocio; si fuese en consignación no habría inconveniente en encargarnos de su venta; pero creemos hay poca salida de este artículo. (F. F. Barry y Cª de Bilbao).
Resulta que en este país sería de escasísimas ventajas todo depósito o acopio del zink,  (desde Lugo).
Ramón Cayetano Ramos hizo un pedido de 100 kilogramos de zinc en lingotes para Sargadelos. (4 lingotes). Enseguida hará un segundo pedido. Encargó 700 kilogramos (54 lingotes) al precio de 260 reales de vellón los 100 kilogramos.

Jules Hauzeur viaja a menudo a Lieja. En uno de sus viajes descubre el yacimiento de Reocín en Cantabria y se convertirá hasta su agotamiento en el yacimiento donde se surtió hasta hace escasos años la fábrica. Tuvieron que transcurrir bastantes para que se reconociera su importancia.

Con los envíos de arcillas paralizados, Jules Hauzeur necesita 200.000 ladrillos. Quiso conocer las existencias que tenían en el almacén en Sargadelos. Ascendían a 23.200 ladrillos (estándar, de cuña y de bóveda). Enviaron 5.400 y no pasaron la prueba de idoneidad. Volvió a realizar pedidos de arcilla tipo Limosa y Lago en pequeñas cantidades: 3.000 qq. en total.

En Arnao se continuaba en 1858 con la construcción del ferrocarril hasta el puerto de San Juan; los vagones y vías no se fabricaban en Sargadelos. Las ruedas de los vagones del ferrocarril las encargaron a la Fundición La Amistad de Oviedo que dirigía C. Bertrand. Encargaron seiscientos metros barras carriles de 15 x 62 mm. similares a los remitidos en otras ocasiones por la Fábrica de hierros de Mieres.

Si desde la fundación de la Real Compañía Asturiana de Minas, su razón de ser había sido la extracción de carbón y su exportación por el puerto de San Juan, se estaba produciendo el cambio que la convertirá en la consumidora de sus propios carbones  para producir lingotes de zinc, a la vez tendría que comprar carbón de la Cuenca del Nalón para enviarlo a Requejada para calcinar previamente el mineral (calamina). Jules Hauzeur tuvo siempre muy claro, porqué debía ser Arnao el lugar donde se debía de instalar la fundición. Para producir una tonelada de zinc, se necesitaban 9 toneladas de carbón. Tenía, por tanto, más ventaja mover el mineral que el carbón.

Termina la historia de Adolfo Desoignie y Ramón Cayetano Ramos

En 1862 cierra por primera vez Sargadelos. A Gijón, Segovia, San Juan de Aznalfarache y Sevilla, marcharon treinta lindas mozas, operarias del “estampado”. Fuéronse también a su tierra Mr. Forester y sus ingleses; emigraron, asimismo, la mayoría de los hábiles obreros, y hasta el indispensable y fastuoso D. Ramón Cayetano Ramos marchó a París, buscando una suerte que le fue contraria. (Bello Piñeiro).

Adolfo Desoignie, que durante muchos años estuvo al frente de la Real Compañía Asturiana de Minas, con la llegada de Bernard Emile Schmidt, ingeniero metalúrgico, al cargo de Ingeniero director en su sustitución, presentó su dimisión en 1855 por sentirse desplazado y fue sustituido en la dirección de las minas por Denis Thiry, ingeniero de minas belga, que trajo Elorza a dirigir las minas de Riosa. Se dedicó a sus negocios particulares. Tenemos constancia por un escrito de su amigo Guillermo Schulz quien escribió a Gregorio Aurre Ingeniero director de las Minas de Langreo:
    El Sr. Dn. Adolfo Desuañí ahora ocupado con nuevos trabajos de investigación en Galicia, me encarga buscar comprador para sus pertenencias de carbón el La Cortina (4). Junto a Sama: Perezosa (1) y Modesta (2). En Santa Ana: Entreregueres (1). En todo 7 pertenencias demarcadas. De las que dos en La Cortina, una Entreregueres y la Perezosa están en título de propiedad…

Francisco F. Torres remitió a Jules Hauzeur el anuncio que la Sociedad Luís de la Riva y Cª. estaba en liquidación, por lo que no es de extrañar que el siguiente y último escrito remitido desde Sargadelos, lo firmó Carlos Ibáñez; dándose además la paradoja, que al igual que el primero que se recibió en Arnao, actuaba de intermediario entre ambas empresas Guillermo Schulz. También lo hizo en el último. En este escrito podemos leer:
Bajo los auspicios del Sr. D. Guillermo Schulz, me tomo la confianza de dirigirme a V. suplicándole se sirva remitirme nota de precios de la fabricación de su cargo, es decir del zinc así en barras como en planchas, indicando las dimensiones, gruesos etc., …
Carlos Ibáñez cerró el establecimiento de Sargadelos en 1875. La Real Compañía Asturiana de Minas continúa  en actividad a día de hoy.

Este texto aparecerá publicado en mi blog: lucesenlasminas.blogspot.com

Muchas gracias.

      Referencias bibliográficas:

      Vilela Campo, Alberto. Avilés: Carbón y Veleros. A partir de la correspondencia de la Real Compañía Asturiana de Minas. Oviedo (2008).
      Vilela Campo, Alberto. Carbón de Arnao para Sargadelos. (1837-1875). (Inédito)

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