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lunes, 3 de noviembre de 2014

Conferencia: "Los comienzos de la minería del carbón de piedra en Lieres, Concejo de Siero" (1). Por Luis Jesús Llaneza González (1)

                                                             Guillermo Schulz Schweizer


PREHISTORIA MINERA

    Parece conveniente, antes de adentrarnos en el tema básico de esta charla efectuar un breve repaso retrospectivo de los aspectos más significativos en la historia de la minería asturiana, que sirvan como marco idóneo para el tratamiento de la misma en las dos décadas finiseculares del siglo XVIII, motivo de este trabajo.
    Schulz y Paillette, introductores de la arqueología industrial en Asturias, ya aventuraron que algunas de las explotaciones mineras e instalaciones metalúrgicas por ello reconocidas, eran muy anteriores a las actividades auríferas romanas. Los trabajos dirigidos por Miguel Ángel de Blas Cortina, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, en estos últimos años, permiten asegurar que los yacimientos cupríferos de Milagro (Onís) y Texeu (Riosa) fueron puestos en labor en la primera mitad del tercer milenio antes de Cristo y trabajados con normalidad durante varios siglos posteriormente, tal como señala la dotación con C14 de útiles, herramental y materiales recogidos en dichos lugares. Esta seria la primera actividad industrial en Asturias que a la fecha se puede justificar fehacientemente.
    Adriano Paillette, a mediados del siglo XIX, documentó ampliamente las explotaciones auríferas efectuadas por los romanos en la zona occidental de la región. El abandono por parte de estos de la extracción mineral será el inicio de un amplio periodo de 12 o 13 siglos, en el que la practica inexistencia de fuentes documentales y la ausencia de restos arqueológicos, inclinan a creer en la escasa o nula actividad minera en Asturias de visigodos y árabes.
    La primera noticia digna de crédito respecto a la existencia de hornaguera o carbón de piedra, proviene del testimonio del caballero Antonio de Lalaing, señor de Montigny, personaje de importante predicamento en la corte de Carlos V, quien en febrero de 1502, visitó la iglesia de San Salvador y se alojó en Oviedo, de camino para Santiago de Compostela. En la relación de este viaje señala que a ¨dos leguas ( de la capital) hay minas de cristal y a cuatro leguas minas de carbón de piedra¨ tal como nos recuerdan Casariego (1974) y Mases ( 2001). Por el trayecto seguido parece desprenderse que fueron observadas en la zona de Mieres.
Las primeras referencias acreditadas acerca de nuestra minería aparecen a lo largo del siglo XVI, siendo debidas principalmente a la obligatoriedad, conforme a la legislación vigente, de solicitar el privilegio de explotación. De la obra de Tomás González - ¨Registro y relación general de minas de la Corona de Castilla¨ -, testimonio casi único sobre la historia de  la minería española de este periodo, recogemos que la mayoría de las peticiones efectuadas se corresponden con yacimientos de cobre, mercurio y metales preciosos, indicadores obvios de los intereses del momento. A finales de siglo (1587), se constata la presencia en Asturias del fraile carmelita Agustín Montero, para el beneficio  de un criadero de campanil (oxido de hierro); seis años después le será concedida licencia  ¨para que pudiera beneficiar una mina de carbón de piedra que descubrió en el termino de Arancés, jurisdicción de Avilés, principado de Asturias¨. Esta es la primera explotación de hornaguera documentada en la región.
Las siguientes referencias datan de 1625 y se corresponde con lo expresado en dos RO de 15/11/1625, en las que el Rey concede a Andrés Martínez Ballesteros, la regalía del beneficio de explotación entre otros varios, de dos minas de carbón de piedra: una en Avilés  y otra ¨desierta y antigua,  en el concejo de Arones, en el termino de dicho lugar¨. Ramón Mañana ( 2000 ) asegura que en la parroquia de Santiago de Arenas se recibió licencia para explotar carbón mineral y basado en lo anterior, intuye que el Arones citado es el topónimo equivocado de dicho lugar sierense. Siguiendo dicho criterio ya se explotó carbón mineral en el concejo de Siero en dichas fechas, y es posible que en otras parroquias del mismo concejo, dado su fácil reconocimiento, también sucediese lo mismo.
    A partir de 1640 se extenderá un manto de silencio sobre la actividad minera de la región que no comenzara a diluirse hasta un siglo mas tarde.

LOS ILUSTRADOS. EL INICIO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN ESPAÑOLA

    Dos palabras para recordar que el ciclo temporal conocido como ¨Revolucion industrial¨, acotado entre las mitades de los siglos XVIII y XIX, es el periodo de la historia de la humanidad en el que se producen intensas, profundas e indelebles transformaciones políticas, sociales y económicas de amplio espectro y profunda repercusión en la sociedad humana.
    La sustitución del trabajo de ¨sangre¨ por la maquinaria en la obtención de bienes traerá aparejada la utilización de nuevos materiales acordes con las necesidades del nuevo tiempo: el carbón y el hierro serán productos ¨estrella¨ y, en consecuencia la minería de hulla y la siderurgia se convertirán en actividades fundamentales en los procesos de formación de riqueza.
    Durante el reinado de Carlos III, se producirá en España el acceso a los ámbitos de poder de un grupo de personas conocidos comúnmente como los ¨ilustrados¨, con el objetivo básico, en la actividad legislativa y gestión de gobierno, de acercar las anacrónicas estructuras del país a los criterios y modos imperantes en las naciones europeas de avanzada, plenamente inmersas en los diversos momentos de la revolución industrial. Esta idea matriz potenciará la aparición de equipos políticos dispuestos a efectuar los cambios necesarios, a transformar los viejos armazones del estado que atenazan el desarrollo de la actividad socio-económica. Representante genuino y promotor de esta corriente es el asturiano Pedro Rodríguez Campomanes, fiscal del Consejo de Castilla, quien en sus Discursos ¨sobre el fomento de la industria popular¨    (1774) y ¨sobre la educación popular de los artesanos y su fomento¨ (1775), marcará las pautas y sentará las bases doctrinales de la reforma que se pretende. Para su ejecución instrumentará y apoyará las Sociedades económicas de Amigos del País, de inmediata implantación en la corte y en otras numerosas ciudades españolas. Uno de los más acendrados valedores de estas ideas renovadoras será el prócer gijonés Baltasar Gaspar Melchor de Jovellanos, tal como mostrado a lo largo de su vida pública, con especial referencia al periodo temporal que vivió en la región. Desde el acceso de los ¨ilustrados¨ a las orbitas de poder, uno de sus grandes proyectos consistirá en potenciar el aprovechamiento de los recursos minerales del país, en particular el carbón. Se trata de evitar la dependencia estratégica del combustible inglés, en un momento en que este producto adquiere vital importancia por el cambio de la vela al vapor. Muestra del interés gubernamental por promover las industrias carboníferas serán las RCs de 10/6, 6/10 y 28/11 1773, por las que se promueve el fomento, protección y desarrollo de la minería carbonera. Y posteriormente la RC de 15 Agosto 1780, por la que se conceden ¨ diferentes privilegios, gracias y franquicias a todos los vasallos que se dediquen al cultivo y beneficio de minas de carbón¨ en los Reinos de España.
En paralelo, el ministerio de Marina efectuará diversas inspecciones en la región asturiana al objeto de detectar yacimientos carboníferos válidos para la utilización de su producto en la factoría de cañones de la Cavada ( Santander) y el departamento del Ferrol. Ya en 1771, los oficiales de Marina, Antonio de Arizmendi y Joseph Antonio Zaldua efectúan un reconocimiento de los diversos veneros asturianos en servicio. De la Memoria al respecto se desprende la existencia de una mina ¨en el coto y jurisdicción de Arines, parroquia de Valdesoto, en el sitio que llaman Carbayín.¨ (obviamente se refiere a la parroquia de San Juan de Arenas). Indican, también, que el carbón obtenido es trasladado a Gijón para su embarque por el asentista que suministra a los centros ya señalados. El citado comerciante gijonés, Juan Bautista González Valdés, tendrá a su cargo la explotación minera de la zona; se cita, además, otra mina abandonada en las inmediaciones. Este suministrador de la Marina, jugará como veremos posteriormente, un importante papel en todas las vicisitudes acaecidas en las minas de Lieres durante estos años.
Mas volvamos al núcleo de nuestra historia.
 Campomanes en su afán de impulsar la industrialización y preocupado por la pasividad mostrada por los asturianos en la constitución de las Sociedades económicas, oficia al regente de la audiencia provincial con el encargo de realizar las pertinentes investigaciones que permitan determinar del modo más completo posible las características, ubicación y potencialidad de los yacimientos carboníferos existentes en la provincia. La comisión, efectuada  por José Joaquín Queipo de Llano (5º conde de Toreno), y el monje benedictino Fray Diego Buenaga, remitirá a la corte una amplia colección de minerales, amén de un manuscrito – actualmente perdido – en el que se hace constancia de numerosas ¨canteras¨ de carbón de piedra, hasta tal extremo que ¨serian suficientes para surtir mucha parte de Europa¨. Obligado citar en esta breve recensión el informe de Antonio Carreño y Cañedo, Alférez Mayor de Oviedo, ¨Sobre las minas de carbón y otras especies¨ (1787), en cuyo estudio se aportan datos sobre yacimientos de la zona del Nalón con amplia descripción de las operaciones de beneficio y acarreo por parte de los naturales. En este recordatorio de personajes activos en pro de la minería asturiana, obligado reseñar a Jovellanos, quien, desde 1789 a 1797, periodo de su estancia continuada en la región, emitirá 18 memorias, conferencias e informes, en las que se abarca la totalidad de la problemática de la minería asturiana, a la vez que oferta luminosas y revolucionarias soluciones a algunas de estas cuestiones. A lo anterior debe añadirse la creación del Real Instituto Asturiano, en el que se procuró obtener técnicos mineros, logro no conseguido, a cuya tarea dedico sus mayores esfuerzos y desvelos.
     Para finalizar la galería de personajes y entidades que participan digamos que de 1789, data la Cia. de San Luis, empresa...

Continúa mañana...

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