Mi amigo José Luis Gómez me sigue surtiendo de variado material que permite ampliar la fototeca del blog y la posibilidad de comentar algo sobre ellas.
Todas tienen en común que la mayoría de los mineros posan para la ocasión con su lámpara y hemos de tener en cuenta que en el exterior donde se realizaron, al menos cuatro de las fotografías, no la necesitaban. Esta actitud, las muestran con orgullo, pone de manifiesto el valor sentimental que la mayoría de los mineros sintieron por sus lámparas de seguridad, electricas o de casco a lo largo de la historia minera asturiana.
En numerosas ocasiones he puesto de manifiesto la fascinación y afecto que siempre sintieron los mineros y sus familiares hacia este útil de trabajo que los acompañaba en el desarrollo de su labor, como modo de detectar el grisú y también, desgraciadamente a veces, motivo de su muerte debida a la explosión de los gases inflamables al proceder a la apertura de la lámpara en atmósferas explosivas.
Es frecuente verlas colocadas relucientes en lugar preferente en los hogares mineros de Asturias, lámparas que las nuevas generaciones no suelen conservar como antaño, ya no quedan apenas mineros en Asturias y las lámparas de seguridad están prohibidas en las minas desde hace años y en las lampisterías no quedan. Deben comprarlas y...
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