Fragmento de un mural de Sócrates Quintana en Mieres.Son frecuentes, en las relaciones comerciales entre la Real Compañía Asturiana de Minas y los consumidores, los problemas relacionados con el peso de la cantidad de carbón embarcada y la recibida a la llegada al puerto de destino. Pero a lo largo de mi libro, dos conflictos destacan por encima de los demás.
El primero es a cuenta de la rebaja de aranceles que pretendían las fundiciones de plomo de Andalucía para el carbón inglés y la oposición de los productores asturianos.
Se pueden leer cosas tan fuertes como ésta referida al carbón que se extraía en Arnao escrita por Manuel Agustín de Heredia dueño de las fundiciones de Andalucía:
Dos son los puertos principales por donde se exportan dichos combustibles que son los de Gijón y Avilés: en el primero se embarca el conocido como de Langreo, y en el segundo el que hay en sus inmediaciones en bastante abundancia y a precios módicos, pero desgraciadamente el último es de tan mala calidad…
Del desarrollo de estos conflictos y su final me ocupo en mi libro: Avilés: Carbón y Veleros.
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