A lo largo de mi libro voy recogiendo anécdotas que ocurrieron a los veleros o a su tripulación como la siguiente:
Respecto a Infante cuyo cargo ofreció la falta de 88 qq., se decía a Vs. que ha sido brindado reiteradamente por mi encargado a pesar el carbón, a la que se resistió a pretexto de conocer perfectamente las marcas de calado del buque; carbón recibió a su bordo hasta quedar conforme el referido Patrón, se decía también que llenó con carbón escogido todos los rincones de la cámara…
El final de este hecho se puede leer en mi libro: Avilés: Carbón y Veleros.
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