SAFARI MINERO POR EL OCCIDENTE ASTURIANO (6)

Cuando regresamos de Ribadeo ya estaba en casa mi amigo de Rioturbio.

Entusiasta de todo lo que atesora, bien aconsejado por Pérez de Castro, hipervalora lo que adquiere, sobre todo si ha sido recomendado por éste.

Todas las piezas que ya conocía de otras visitas permanecían en su sitio y como siempre que tardas un cierto tiempo en volver, compruebas que las piezas del museo van en aumento.
Como siempre ocurre en estos casos, pasamos un rato muy agradable.
Antes de regresar a Navia, pasamos a visitar a un anticuario.
Encontré allí un candil de sapo tipo III de fabricación francesa, en muy buen estado y a precio razonable, por lo que con esta adquisición, el día tenía un final estupendo, aunque tuve que dejar sin comprar una lámpara de seguridad de gasolina, que no tenía ni portamechas, ni encendedor, ni aro tamizador, ni cazoleta y cada parte era de un modelo de lámpara diferente. Ideal para servir de piezas de repuesto, pero con un precio desorbitado.
José Antonio quedó en su casa, y camino de regreso, aún visité en Luarca a otro amigo anticuario que tenía media docena de carburos, una lámpara de seguridad, cuyo encendedor no estaba operativo y una lámpara eléctrica.
A pesar de sus esfuerzos, rebajando 20 euros el valor de lo que marcaba cada pieza, su precio me resultaba excesivo; pese a ello, resultó también muy agradable la visita.
El puente que están ensanchando en la autovía me retuvo aún más a la vuelta, pero el día con una temperatura casi veraniega y tal como se había dado, fueron sufiente motivo como, casi siempre ocurre, para quedar con ganas de repetir la experiencia que volveré a mencionar en este modesto blog.