Candil de sapo tipo I fabricado por los ferreros asturianos.
No tenía las ideas muy claras sobre cómo plantearme la cuestión. Un día se me ocurrió ir a la reunión del grupo de aficionados a la fotografía, que en Mieres tiene el nombre de SEMEYA, invitado por su presidente, mi amigo Pachu.
Muchos de sus miembros son amigos y compañeros en diferentes facetas a lo largo de la vida; en una palabra, que fue agradable estar con ellos. ¡Lástima que no puedo aceptar la invitación que me hicieron!, de incorporarme a su grupo como uno de sus nuevos socios, pero es que con el blog, los libros con sus investigaciones y las lámparas con sus safaris, no me llega el tiempo, a pesar de que todos los días son domingos para mi…
Uno de sus miembros, César Sampedro, a quien conozco desde que era niño, fue el que hizo propio el proyecto. Le llevé tres de los candiles de sapo que consideraba que tenían mérito para ser portada del libro y realmente hizo muchas fotos muy interesantes.
Hoy muestro una de ellas, donde con un programa informático hizo sus retoques y que puede ser muestra del material, que añadido a la creatividad de quien está encargándose de maquetarlo, dará forma definitiva a la portada con una de las variadas y preciosas fotos que me proporcionó.
¡Gracias César!
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