Inicialmente eché en falta los piezones que siempre solía haber en número elevado, para quienes estuviesen dispuestos a invertir, no gastar, mucho dinero.
Aún así, había buenas piezas y pocos compradores para ellas, ya que no desaprecieron como por arte de magia como en la ocasión anterior que estuve.
Se podía escoger entre una gran variedad de lámparas francesas, italianas, y lógicamente alemanas, que nada más que se les adjudica el apellido de haber trabajado en el Sarre, se disparan de precio. Más o menos como lo que debería ocurrir con las de las Cuencas asturianas. ¡Todo es cuestión de tiempo!
Predominaban las lámparas de acetileno (carburos) , a un precio similar por el que te piden en cualquier mercadillo, por un carburo FISMA, UNIÓN CERRAJERA, GILBERT o similar, cuando le faltan piezas, es decir, incompleto. Había toda variedad de recambios para este tipo de lámparas (boquillas de todas formas y calibres, tapones de todos los diámetros y pasos de rosca...) y todas las piezas para las de seguridad (encendedores, juntas, vasos...
Abundaban las lámparas de casco y las linternas alemanas a un precio muy razonable, aunque no tiraban mucho de ellas.
No había ni una sóla lámpara de seguridad de Asturias en esta ocasión. Sólamante encontré dos lámparas TUDOR- ESPAÑA, una de las cuales hice regresar del exilio, porque me dio pena dejarla en país con lengua tan extraña y ser un modelo muy escaso pero utilizado en nuestras minas.
También había un carburo FISMA y un solo candil de pico de pato.
Sigue...
Aún así, había buenas piezas y pocos compradores para ellas, ya que no desaprecieron como por arte de magia como en la ocasión anterior que estuve.
Se podía escoger entre una gran variedad de lámparas francesas, italianas, y lógicamente alemanas, que nada más que se les adjudica el apellido de haber trabajado en el Sarre, se disparan de precio. Más o menos como lo que debería ocurrir con las de las Cuencas asturianas. ¡Todo es cuestión de tiempo!
Predominaban las lámparas de acetileno (carburos) , a un precio similar por el que te piden en cualquier mercadillo, por un carburo FISMA, UNIÓN CERRAJERA, GILBERT o similar, cuando le faltan piezas, es decir, incompleto. Había toda variedad de recambios para este tipo de lámparas (boquillas de todas formas y calibres, tapones de todos los diámetros y pasos de rosca...) y todas las piezas para las de seguridad (encendedores, juntas, vasos...
Abundaban las lámparas de casco y las linternas alemanas a un precio muy razonable, aunque no tiraban mucho de ellas.
No había ni una sóla lámpara de seguridad de Asturias en esta ocasión. Sólamante encontré dos lámparas TUDOR- ESPAÑA, una de las cuales hice regresar del exilio, porque me dio pena dejarla en país con lengua tan extraña y ser un modelo muy escaso pero utilizado en nuestras minas.
También había un carburo FISMA y un solo candil de pico de pato.
Sigue...
No hay comentarios:
Publicar un comentario