Contraportada del libro Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo.
Ahora, que aún falta bastante tiempo, he hecho la reserva de un billete de avión a París, a un precio muy asequible.
Todo ello con la inestimable colaboración de mi amigo Christian, autor de un excelente libro de lámparas de minas, al que haré referencia mañana, quien me irá a recoger al aeropuerto Charles de Gaulle y desde allí me llevará hasta el pueblecito del norte de Francia, cerca de la frontera de Bélgica, donde se celebra ese fin de semana una feria de lámparas de mina y utensilios mineros.
Hace dos años estuve allí, en compañía de Josep Ignasi, que espero que se recupere de su salud después de su salida del hospital y aún pueda acompañarme. Como siempre será muy agradable estar con los amigos que comparten una afición común.
Para esa fecha espero disponer de más ejemplares del libro Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo, para que lo vean allí mis amigos franceses, belgas, alemanes, italianos,…
En el avión sólo se pueden llevar 20 kilos de peso y un libro pesa más de un kilo. Ignoro como podré complacerles a todos.
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