Con D. Enrique Delgado, Presidente del Centro Asturiano de Barcelona.
El pasado sábado tuve el gusto de ir a Barcelona donde celebraron con diversos actos el día de Santa Bárbara.
Lo que primero me impresionó al llegar fueron las inmensas y cuidadas instalaciones de que dispone el centro situado a la falda del Tibidabo en una zona privilegiada de Barcelona (http://www.centroasturianobarcelona.com/esp/instalaciones/index.htm). Por mencionar alguna, he de señalar la preciosa piscina, los campos de futbol, la bolera, el restaurante; además de una preciosa panera que desde Tamón llevaron a Barcelona cuando se instaló la gran empresa de la zona y un rincón donde hay una réplica de la cueva de Covadonga.
Fue muy entrañable para mi la charla que di, ya que entre el público había un antiguo minero de Mieres, que había trabajado en un chamizo del valle de San Juan y otros asturianos que intervinieron en el coloquio me mostraron el indudable interés con que habían escuchado.
Fueron demasiado espléndidos a la hora de valorar mis méritos, ya que al recuerdo grabado que me entregaron, se añadió una amabilidad y atención preferencial desde el momento en que bajé del AVE en Barcelona hasta el momento en que volví a subir.
Después de la charla degustamos una deliciosa comida donde el plato principal fue una extraordinaria fabada, teniendo la deferencia los miembros de la directiva de colocarme en lugar preferencial al lado del presidente que presidía la mesa, acompañado de mi amigo Josep Ignasi Jordi, que tuvo el gusto de acompañarme en la jornada y de llevar dos de los piezones de su colección para que los viesen el buen número de asistentes a la charla.
Antes de marchar aún pude escuchar la Coral Nova de Cornellá, que con su directora venezolana al frente, nos deleitó con un espectacular repertorio; y porque el tiempo apremiaba para coger el AVE de regreso, no pude disfrutar, muy a mi pesar, de la audición de la Coral del Centro Asturiano de Barcelona y su jóven banda de Gaitas, lo que me hubiese gustado en esta celebración de Santa Bárbara, Patrona de los mineros, en Barcelona.
Pero como siempre digo, hay que dejar alguna cosa pendiente para tener un buen argumento y una justificación para volver y repetir la grata experiencia.
No me queda más, que desde aquí, dar las gracias a D. Enrique Delgado y sus compañeros de directiva que me invitaron y a D. Luis Adaro Jove, que recomendó mi presencia en Barcelona.
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