Desde el comienzo del mundo la contraposición entre día y noche determinan de manera fundamental el devenir humano. La mina es el exponente más adecuado de la noche eterna, de la noche sin final; por ello la importancia de la lámpara para el trabajo de los mineros, al objeto de poder combatir la oscuridad de los subterráneos, único modo de poder ejecutar su trabajo. Vilela accede al mundo minero a través de la luz, oposición a la oscuridad, en la concienciación y convencimiento de la importancia, en la historia de la humanidad, que han tenido los diversos medios que han servido para resolver tan importante problema.
El coleccionismo, como aproximación a un cuerpo determinado, induce al conocimiento del mismo, promueve el interés por conocer en profundidad las características y variedades del objeto coleccionado. Y este axioma se cumple, sin duda, en nuestro autor. Es, en súmmun, el afán coleccionista (colector) el que impelerá a Vilela hacia la pasión intelectiva, al conocimiento científico, al interés por saber y ordenar el rico venero, diverso, complejo y prolijo, que se presenta ante sus ojos. Y es, también, la pasión etnográfica (rescoldo de sus primigenias preocupaciones) la que se manifiesta en la identificación y ordenamiento histórico de los diferentes tipos de lámparas utilizadas en las minas, así como las variantes comerciales y las características de la propia región. El coleccionista se transforma en investigador, en estudiso paciente que recorre Asturias no solo colectando nuevas “luces” que añadir a su importante colección, si no que también recogiendo fuentes documentales que permiten el incremento de su acerbo técnico sobre la materia a estudiar. Consecuencia de la anterior mutación será el peregrinaje por bibliotecas, museos y archivos de la región, a la par que el establecimiento de numerosas relaciones con personas interesadas en la temática y conversaciones con especialistas y técnicos en el tema. El resultado, obviamente, es su conversión en un reputado experto en lamparería minera.
Voy a permitirme realizar un exordio que me parece obligatoriamente necesario. En su deambular, Vilela accede al Archivo histórico de
Pero no nos apartemos del objetivo que hoy nos trae aquí.
Sigue…
No hay comentarios:
Publicar un comentario