Vilela, en la primera parte de su libro, analiza este ciclo del lampadario minero siguiendo un criterio cronológico respecto a la aparición del instrumental. La profusión de nuevos datos con respecto a su obra anterior, la enriquecedora documentación gráfica y el ordenado y claro criterio normativo en la exposición convierten este texto en referente obligado y casi definitivo para los estudiosos o interesados en el tema.
A continuación, el autor considera los denominados “candiles de sapo”, objetivo prioritario del libro, cuyo título es un homenaje inequívoco del modelo de candil más utilizado en Asturias. Esta parte, dedicada al estudio específico de este tipo de luminarias, se inicia con un detallado estudio de los diversos componentes genéricos de este modelo de candiles, hecho que le sirve a Vilela para establecer una original y novedosa clasificación de los mismos de acuerdo con las forma y características de su tapa. Determinados cinco clases o grupos fundamentales, incluirá, en alguno de ellos, determinados subgrupos conforme a las diferencias existentes, dentro del grupo básico, entre los componentes del candil. Esta evaluación se detalla con numerosas referencias de todo orden y un amplio repertorio fotográfico que le permite al lector adquirir un conocimiento sencillo de lo expuesto. En su disertación no olvida analizar las razones de su nombre e indicar las antiguas minas de Asturias en las que fueron utilizadas durante cinco siglos, al menos. Importa señalar la inclusión de la legislación minera pertinente sobre la prohibición de estas lámparas en las explotaciones grisuosas y su paulatina sustitución por las lámparas de seguridad en la minería asturiana.
Reseñar que, al igual que en libro anterior, su posición coleccionista se decanta con la aportación de varios capítulos dedicados a los modos más comunes de compra, la restauración, limpieza y restauración de las lámparas y las colecciones o museos donde existen ejemplares de este bello instrumento minero.
Como resumen final decir que la obra que hoy se presenta señala, sin duda alguna en mi vaticinio, “un antes y un después” en el estudio de esta olvidada e importante herramienta minera. Esperamos con renovada ilusión la aparición de su próximo libro sobre las lámparas de seguridad con el que se completa esta importante obra.
Solo me queda felicitar al autor por esta nueva publicación que enriquece la literatura minera asturiana y agradecer a Vds. su presencia y la paciente escucha de mis palabras.
Muchas gracias.
Luis Jesús Llaneza
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