Mientras mi ritmo de trabajo ha disminuido, por razones obvias, me han llegado ya muchas partes del libro ya maquetado y que como no podía ser de otra manera para quien lo ha escrito, está quedando muy bien y lo que es más importante, a mi gusto, que no es fácil de conseguir, aunque la maquetadora que lo está poniendo todo a punto es una joya en esta profesión. Otra cosa será la opinión de quien lo llegue a tener en sus manos dentro de unos meses...
Es preciso realizar algún proyecto de portada, imprescindible para la promoción del libro y éstas han sido las lámparas que he elegido para ser protagonistas de la misma.
A lo largo del libro aparecerán documentos gráficos de mineros asturianos portando alguna de estas lámparas, ejemplares muy raros y que podemos ver que se usaron para iluminar las minas de Asturias.
Podía haber escogido otros modelos que aparecen reproducidos a lo largo del libro y que merecen por si solos ser protagonistas de otras portadas en otros trabajos. Pero siempre hay que dejar algo para el siguiente trabajo.
La dificultad empieza ahora, cuando la fotografía que precisa la portada ha de convertirse también en arte. Por su colocación, distribución, iluminación y demás…, debe convertirse por arte de magia en algo realmente bello, pues las lámparas lo merecen y eso sólo lo puede plasmar en una foto un artista.
Yo, por error más que por acierto, jugando un poco con la luz, a veces consigo alguna foto guapa, pero en estos momentos mi mente no está para especular con nada.
Por ello, he recurrido a mi amigo Pachu, Presidente del grupo de fotógrafos aficionados de Mieres para que me eche una mano, que estoy seguro llegará a tiempo.
En estas estamos…
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