Mi comentario de ayer me trae el recuerdo que hace unos días cuando estuve en Cantabria, eso sí, sin poder como hubiese sido mi deseo realizar otro safari minero por Reocín y Udías entre otros lugares, y que por falta de tiempo quedó pospuesto con otros amigos para otra ocasión más propicia.
Tuve ocasión de tener en mis manos y luego traer para mi biblioteca un ejemplar del libro Cavernas y Minas. Patrimonio Subterráneo de Cantabria escrito por Francisco Fernández Ortega y Mª del Carmen Valls Uriol gracias a la gentileza de un amigo.
Básicamente las preciosas fotografías realizadas por espeleólogos donde éstos ocupan lugar preferente en el interior de las cuevas y minas. Fundamentan parte de su trabajo en la luz que proporcionan las lámparas de casco fabricadas en Gijón por la firma Adaro modelo Ex1 cuyos haces de luz permiten, en numerosas ocasiones, comprobar la profundidad y extraordinaria belleza de los lugares visitados.
No obstante, aparte de lo mencionado anteriormente, las fotografías con los restos mineros de la mina del Soplao y especialmente la que recoge la inscripción en una pared de año 1927 de
Está claro que he de retomar este verano la lectura de mis archivos de
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