Ya había publicado Luces en las minas en el año 2005, con un éxito que lo avalaba el hecho de que habiendo transcurrido un año desde su publicación ya no había ningún libro en ninguna librería. La tirada fue de 1.100 ejemplares y otros 500, en edición personalizada, los adquirió la firma gijonesa ADARO.
Ya casi terminado Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo, pero aún sin llegar a la imprenta, surge una pregunta que habría que resolver rápidamente. ¿Ampliar el contenido de la primera edición (2005) en una segunda o continuar con el otro libro Luces en las minas de Asturias: Lámparas de seguridad?
A día de hoy no es necesario desvelar la respuesta que adopté puntualmente en su momento. La verdad es que no fue fácil, ya que con mucha insistencia seguían y siguen pidiéndome ejemplares del primer libro, que nunca pude ni puedo enviar, por carecer de ellos. Incluso en algún momento hablé con algún responsable de la editorial que quería 800 ejemplares para volver a publicar. Pensé: ¡Ya llegará el momento de la segunda edición!
En un e-mail un amigo me hizo llegar un fragmento de una crítica donde se comentaba algo así como que dedicaba poco espacio a las lámparas tipo Wolf. Efectivamente era cierto, pero ya entonces en mi mente estaba en ampliar mis trabajos y todo no se puede publicar al mismo tiempo, porque la obra se haría demasiado extensa y todo tiene que empezar y terminar.
Ya casi terminado Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo, pero aún sin llegar a la imprenta, surge una pregunta que habría que resolver rápidamente. ¿Ampliar el contenido de la primera edición (2005) en una segunda o continuar con el otro libro Luces en las minas de Asturias: Lámparas de seguridad?
A día de hoy no es necesario desvelar la respuesta que adopté puntualmente en su momento. La verdad es que no fue fácil, ya que con mucha insistencia seguían y siguen pidiéndome ejemplares del primer libro, que nunca pude ni puedo enviar, por carecer de ellos. Incluso en algún momento hablé con algún responsable de la editorial que quería 800 ejemplares para volver a publicar. Pensé: ¡Ya llegará el momento de la segunda edición!
En un e-mail un amigo me hizo llegar un fragmento de una crítica donde se comentaba algo así como que dedicaba poco espacio a las lámparas tipo Wolf. Efectivamente era cierto, pero ya entonces en mi mente estaba en ampliar mis trabajos y todo no se puede publicar al mismo tiempo, porque la obra se haría demasiado extensa y todo tiene que empezar y terminar.
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