Si el comentario de ayer lo finalicé escribiendo que había visto diversas lámparas que eran réplicas, prefiero continuar insistiendo en ellas.
Para quienes quieran y busquen lámparas de mina para colección, las réplicas son una verdadera pena, porque si no se las distingue y se adquieren como buenas, el dinero que cuestan estará muy mal invertido, ya que su valor nunca alcanzará el de una lámpara de mina auténtica, que si además es asturiana, sin lugar a dudas, su precio irá siempre en aumento.
Estas réplicas se detectan sobre todo por la apariencia de perfección que tienen. Aquí los golpes y malos tratos que llevaron durante años y años en las minas no aparecen por ninguna parte. Si son de seguridad suelen carecer de redín. Y luego es imprescindible tener la sensibilidad suficiente que los aficionados a las lámparas van adquiriendo con el tiempo y algunos desengaños. A todos nos ha pasado. A mi el primero.
Yo mismo he comprado esta réplica de lucerna, atractiva a la vista, que aparece en la imagen de hoy, con la finalidad de que se pueda ver en el blog, ya que la legislación española impide comprar y disponer de lucernas originales que procedan de los yacimientos arqueológicos españoles, pero…
Sigue...
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