Un amigo, lector habitual del blog, me ha hecho llegar hace tiempo la imagen de hoy, y que si bien en su momento, por tener que escribir sobre otras cosas más prioritarias, o bien por otros motivos no le presté la atención que merece, hoy me sirve para iniciar mi comentario.
A veces me pregunto, otras he escrito, casi siempre ante la misma duda. ¿Qué coleccionar?
Una respuesta fácil es evidente: lo que a uno le venga en gana; con lo que disfrute y se divierta...
Una respuesta razonada podría ser buscar aquellas lámparas de mina de la zona donde vive e intentar interesarse por las particularidades, que siempre existen de un mismo modelo y saber su procedencia,…
Una respuesta meditada, no soy yo quien para darla, pues supondría dar consejos que nadie me ha pedido; no obstante, basándome en la imagen de hoy, muchos nuevos aficionados a las lámparas de mina, ante la dificultad de encontrarlas cerca de donde viven, a pesar de que fuese lo que más quisieran, tratan de buscar modelos –tipos- de algunas de ellas.
Ya conocen mi opinión de que hay más lámparas de mina de todo tipo, que dinero; basta ver las imágenes de las ferias en Europa. En Asturias es cuestión de proponérselo y buscarlas.
Pienso que no estaría mal fijarse en la imagen de hoy, que da la sensación de cualquier cosa menos de indicarnos que varios de los modelos que aparecen dibujados son verdaderos piezones.
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