Lo mismo ocurre cuanto más al norte de la zona costera mencionada, según van disminuyendo la proporción de estos árboles, surge también la necesidad de usar la tapas en los candiles para uso doméstico o minero, por disponer de menor cantidad de aceite y no digamos nada si había que utilizar el aceite degradado.
Para aplicarles una tapa, los materiales con que están fabricados, chapa, donde se ha de colocar han de ser más resistentes que la hojalata y por eso aparecen estas preciosas piezas en chapa de hierro, que son raras y escasas. Esto sería la teoría.
Para aplicarles una tapa, los materiales con que están fabricados, chapa, donde se ha de colocar han de ser más resistentes que la hojalata y por eso aparecen estas preciosas piezas en chapa de hierro, que son raras y escasas. Esto sería la teoría.
Pero por tratarse de tres piezas, de diseño similar y tamaño diferente, sin apenas deterioro, golpes, abolladuras... Las bisagras perfectas,... hemos de poner un poco entre comillas la antigüedad y uso de estos bellos candiles, ya que generalmente aparecen, deteriorados, con golpes y quemados, la mayoría de los que he encontrado hasta la fecha por toda España.
Basta mirar los candiles de Mazarrón o los candiles de Linares, que se usaron por miles, cómo aparecen en la actualidad, a los que me he referido en este blog en alguna ocasión y en Luces en las Minas (2005) y Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo (2009)
¡Gracias Jacques!
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