Cuando equipados de casco subimos en la jaula, la primera sensación que percibí fue que estaba en el Museo de la Minería de El Entrego. Esta sensación perduraría mientras caminamos por las galerías preparadas a lo largo del recorrido.
Me resultaron muy familiares los últiles y herramientas, similares a los que veo numerosas ocasiones abandonados, olvidados o en las chatarrerías asturianas. Aquí los utilizan para fines didácticos y el resultado es, igual que en el mencionado museo asturiano, muy atractivos colocados en lugar adecuado.
De todo lo que ví, lo que más me llamó la atención fue la lámpara electroneumática que por un instante pusieron a funcionar. Del resto, saca tu las conclusiones observando las imágenes.
Sigue...
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