A raíz de la publicación el pasado lunes de un retablo minero de la revista Hulla, Julián propietario de la lámpara que quiere restaurar de su abuelo, aparte de enviarme fotos de la cepa de la lámpara, que me servirán de comentario para la semana que viene, añadió este recorte del periódico Noroeste donde se recoge la noticia del accidente que sufrió su bisabuelo cuando estaba trabajando en el año 1925 en el mencionado pozo.
Ocurría con excesiva frecuencia. En muchas ocasiones a una tragedia minera sucedía otra y otra... Recuerdo de mi infancia los comentarios que hacían mis familiares mineros: Caemos como moscas. Parece ser que la producción tenía preferencia sobre la seguridad.
Sirva esta noticia de modesto homenaje a los miles de mineros que perdieron la vida en las entrañas de la tierra asturiana, dejando viudas y huérfanos por doquier.
Gracias Julián
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