¿Qué es un candil de sapu? César Rubín en su Diccionario Minero-Astur lo define de esta forma:
CANDIL (DE SAPU).- Útil para el alumbrado de hierro fundido o forjado, redondo y aplastado, cuyo combustible puede ser aceite o mezcla de éste con petróleo. Su forma le valió el nombre que lleva. “El candil de sapu -explica un curtido y veterano minero- está mejor que la candilexa porque además de alumbrar mejor, no derrama aceite”. ”Mis abuelos – narra un viejo minero a su nieto- se alumbraban con antorchas o velas; mis padres, con unas candilexa; yo me valía de un candil de sapu y tu padre empezó llevando uno de acetileno terminando por lámpara de gasolina.
CANDIL (DE SAPU).- Útil para el alumbrado de hierro fundido o forjado, redondo y aplastado, cuyo combustible puede ser aceite o mezcla de éste con petróleo. Su forma le valió el nombre que lleva. “El candil de sapu -explica un curtido y veterano minero- está mejor que la candilexa porque además de alumbrar mejor, no derrama aceite”. ”Mis abuelos – narra un viejo minero a su nieto- se alumbraban con antorchas o velas; mis padres, con unas candilexa; yo me valía de un candil de sapu y tu padre empezó llevando uno de acetileno terminando por lámpara de gasolina.
Pero el día que tu entres en la mina ya
irás provisto de un casco con un foco, y en vez de picar como yo, con
una pica más pesada que un picachón, o como tu padre, con una regaera
ligera como el viento, con la que azotó hasta morir apulmonáu, picarás
con un martillo que runfia como una ametralladora, esgarrufando los
tajos en un momento. Pero eso sí, te espatillarás en cuatro días
viviendo menos que yo, porque teminarás silicoso, como les ocurre a
muchos (5).
Su inconfundible forma es como de una
lenteja gigante donde se introduce el aceite, con un gran asa que está
articulada para facilitar que la lámpara pueda ser colgada en cualquier
posición y con la llama siempre en vertical. Llevan además un gancho
largo para colgarlos.
(5). Rubín, César. Diccionario Minero-Astur. Instituto de Estudios Asturianos. Imprenta “La Cruz”. Oviedo, 1985. Pág. 24.
No hay comentarios:
Publicar un comentario