En las tercera y cuarta
décadas del siglo XVII, vuelven a aparecer algunas concesiones para la
explotación de minerales, en general de cobre, plomo, oro y plata,
correspondientes a denuncias efectuadas en los concejos de Cabrales
Villaviciosa, Llanes, Pravia, Oviedo (monte Naranco)… Este nuevo impulso en la
exploración y descubrimiento de minas pudiera ser debido al efecto inducido por
la pragmática de Felipe III, en 1607, concediendo nuevas gracias y
disminuciones en las cantidades a abonar
a la Real Hacienda, en concepto de impuestos. Po lo que respecta al hierro
deben anotarse las concesiones para el beneficio de una mina de almagre (Junio
de 1602) en Pinos y Villafeliz, concejo de Somiedo; de una de hierro en
Cabrales (Noviembre de 1625), y otras de hierro, en los lugares denominados
Almagreras de Lena y Pinos, en el concejo de Lena, concediendo permiso para su
explotación a Francisco Bernaldo de Quirós. Al referirse al carbón de piedra,
Tomás González (11), señala la concesión de dos minas de carbón a Andrés
Martínez Ballesteros, el 15 de Noviembre de 1625, en dos reales cédulas
diferentes emitidas el mismo día; en la primera dice simplemente, en una
relación amplia, “ en el de Avilés una de carbón de piedra”, y en otra relación
diferente consigna, después de enunciar una de topacios y cristal, “ otra de
carbón piedra, desierta y antigua, en el concejo de Arones, en el término de
dicho lugar”. Algunos autores, con criterio plausible creen que esta mina,
abandonada, es la sita en Arancés y que ambas son una misma mina; la
indeterminación de la ubicación permite todo tipo de interpretaciones. Así
Ramón Mañana (12) interpreta que Arones pudiera ser Arenas, en el concejo de
Siero, basado en la licencia de 15 de Noviembre de 1615, para explotar
hornaguera en dicho lugar; en este criterio también abunda Guillermo Fernández
Lorenzo.
A partir de 1640, se
extiende un manto de silencio y no volveré a
encontrar referencias escritas hasta un siglo, amplio, más tarde. Bien
es cierto que la minería española, salvo excepciones muy significadas, Almadén
y Riotinto en especial, sufre un retroceso importante mas parece difícil
admitir que no se efectuase ningún tipo de actividad minera.
(11) Recogido de Tomás
González (1832) T I, Pág. 194 y 564, respectivamente.
(12) Recogido de Ramón
Mañana (2000) Pág. 1. Fausto Vigil (1954), sin embargo, no encontrará noticia
alguna, aludiendo a la minería sierense, hasta 1753.
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