En el mes de agosto, por motivos familiares, tuve que desplazarme a Madrid y pude aprovechar el último de los nueve días que pasé por allí para ir a uno de los archivos donde encuentro inspiración y datos que desconozco sobre iluminación minera.
En esta época del año, la mitad de los madrileños o más está fuera, lo que permite ir a donde quieras sin agobios de tanta gente. Por tal motivo hasta te atienden con más delicadeza y amabilidad que cuando hay gente esperando, pues en la mayoría de los casos los funcionarios que te atienden están libres.
En uno de estos archivos me enseñaron y encontré numerosa documentación nueva, sobre todo de lámparas eléctricas y lámparas de acetileno, que me permitirán ampliar lo que dispongo en mis archivos.
No podía faltar a mi cita obligada en
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